FUNDAMENTOS DE LA IGLESIA DEL PUEBLO SUD´YA
Reverenciamos y celebramos el Universo como la totalidad de lo que existe, pasado, presente y futuro. Es la manifestación de La Diosa y de Mathuska, está en perpetua evolución, y es inagotablemente diverso. Su sobrecogedor poder y belleza y su fundamental misterio provocan la más profunda reverencia y maravilla humana.
Toda la materia, la energía y la vida son una unidad interconectada de la cual somos una parte inseparable. Nos regocijamos en nuestra existencia y buscamos participar aún más profundamente en esta unidad a través del conocimiento, la celebración, la meditación, la empatía, el amor.
Somos una parte integral de la Naturaleza, la cual debemos atesorar, reverenciar y preservar en toda su magnífica belleza y diversidad. Debemos luchar por vivir en armonía con la Naturaleza, local y globalmente. Reconocemos el valor inherente de toda la vida humana y no humana, y luchamos por tratar a todos los seres vivos con compasión y respeto.
Todos los humanos son centros iguales de conciencia del Universo y de la Naturaleza, y todos merecen una vida de igual dignidad y mutuo respeto. Con este fin colaboramos y trabajamos por la libertad, la justicia y la no-discriminación.
Hay una única clase de sustancia, la energía/materia, que es vibrante e infinitamente creativa en todas sus formas que se manifiestan en la Diosa y en Matushka..
El cuerpo y la mente están indivisiblemente unidos.
Vemos a la muerte física como el retorno de nuestros elementos a la naturaleza mediante los rayos vivificadores del y el fin de nuestra existencia como individuos. Las formas de "vida después de la muerte" disponibles para los seres humanos son formas naturales, en el mundo natural. Nuestras acciones, nuestras ideas y nuestro recuerdo siguen vivos de acuerdo a lo que hagamos en nuestras vidas. Nuestros genes viven en nuestras familias, y nuestros elementos son reciclados sin fin en la naturaleza.
Creemos que el ser humano está dotado de dos espíritus: Espíritu libre y Espíritu vital.
Creemos que al fallecer, nuestro espíritu libre viaja hacia el seno de la Diosa, nuestro espíritu la fortalece.
Creemos que el Espíritu Vital queda en la tierra y cuida de sus parientes y amigos así como del entorno donde desarrolló sus actividades en vida del cuerpo.
Para que los dos espíritus queden libres se necesita hacer el ritual de cremación del cuerpo
Matushka es la mediadora de la Diosa para los Ussuros. También hay espíritus mediadores entre Matushka y los hombres encargados de velar por estos. Y que son los siguientes:
El primer lobo, El Primer Oso, El Primer Aguila, El primer Gato y los Espíritus de los ancestros.
Honramos la realidad, y mantenemos nuestras mentes abiertas a la evidencia de los sentidos y a la interminable búsqueda de la ciencia de un entendimiento más profundo. Éstos son nuestros mejores medios para llegar a conocer el Universo, y en ellos basamos nuestros sentimientos estéticos y religiosos sobre la realidad.
Todo individuo puede acceder directamente si lo desea, a través de la percepción, la emoción y la meditación, a la realidad última, que es el Universo y la Naturaleza.
Creemos en el Espíritus maléficos a los que llamamos Syrneth.
Una Ussura unida fortalece a la Matushka, la hermandad entre los hombres es lo que le da fuera, el fragmentarla solo la debilita contra las hordas de legión, como una Theah unida fortalece a la Diosa.
El Gaius como Elegido de la Matushka es el máximo líder del Sud´ya. Y si procesa otras religiones caerá en desgracia, hasta que Matushka elija a otro.
Creemos en el Pyeryem como vinculo con Matushka, pero tiene que usarse con devoción y no en beneficio personal, si no de Ussura.
Rechazamos la ortodoxia pues la única diosa verdadera es la Diosa junto a Matushka, como una de sus manifestaciones. El primer profeta era testigo de ella no de Theus.